Como ya sabéis, por el apartado de consejos de adelgazamiento, nosotros no estamos “a dieta”, en el sentido estricto de la palabra. Esa palabra implica algo temporal, restricción de alimentos, efectos rebote, etc.
Sin embargo, para entendernos, en el cambio de hábitos que estamos realizando, si que se suele decir que estamos a dieta, como algo coloquial; como decir “que estamos comiendo bien”, y también es un poco la manera de excusarnos delante de los demás por no comer cosas azucaradas, beber alcohol, o comer fritos (cuando no debería ser así, la correcta alimentación debería suponer no comer esas cosas de manera habitual, no tener que excusarte…).
Así que, para entendernos… ¿qué cosas pueden hacer fracasar ese cambio de hábitos, o nuestra “dieta”?
1.Tomarlo como mera cuestión estética:
Como os expliqué en la entrada “empezar a adelgazar” esto es algo muy duro, que por estética se abandona. Si se quiere generar un cambio de hábitos que nos mantenga saludables (y como efecto secundario: más estéticos, entendido según los cánones de belleza actuales) se debe de adoptar una meta más fiable. Os recomiendo leer esa entrada, si aún no lo habéis hecho.
2. Restringir varios alimentos que nos gusten:
Cuando una persona se quita todos los alimentos que le gustan 😋, las dietas tienden a fracasar. Las personas no podemos mantener una dieta estricta, hipocalórica o restrictiva de alimentos toda la vida. Una cosa es que no comas fritos o dulces todos los días, y otra muy diferente es que nunca lo hagas.
Recordad que tenemos las cheat meals, y son fundamentales.
3. No te creas tonterías:
Por favor, nada de mitos absurdos y nada científicos como: tomar agua con limón en ayunas, no cenar las noches de luna llena, si te pasas un día comiendo tirarte dos días a piña y sandía, no comer hidratos, eliminar la fruta de la dieta, estar a base de zumos o batidos mágicos, no beber leche porque ningún animal lo hace después de la época neonatal (tampoco comen procesados, ni otras miles de cosas, chistosos), ponerte parches de teína en las zonas de grasa, comer solo como en el paleolítico (bueno, supongo que algunos no habrán evolucionado desde entonces…), tomar los huevos crudos por ser más saludables, etc. 🙈
Seamos claros, si se hacen esas tonterías es que NO quieres hacerlo bien, quieres hacerlo rápido o adoptas gilipolleces como estilo de vida porque no te ves capaz de hacerlo por el método correcto, y tu cambio de hábitos está abocado al fracaso, SIN DUDA. No hay más. Los cambios duraderos llevan su tiempo y las cosas hay que hacerlas bien, y por mí como si te pones a hacer el pino puente mirando hacia un roble en una noche estrellada de verano mientras cantas el cumba ya, eso no va a hacer que adelgaces 😂.
Come bien y muévete, cada día, y adelgazarás. Punto. No te fastidies el cuerpo con cosas raras 🙈.
Por cierto, las mierdi-dietas (vamos a llamarlas por ser finos, y usar un eufemismo, y que no me cierren la web por lenguaje inapropiado 😂) como keto, ceto, no-carb, etc. sirven para una persona deportista en épocas de definición o cosas así, no como estilo de vida saludable y NUNCA en una persona que le sobren más de 20 kilos y no haya controlado a la perfección previamente sus macros y demás. Te vas a fastidiar el cuerpo, y cuando fracase la dieta, o la dejes porque ya has llegado al objetivo, vas a recuperar los kilos súper rápido y te vas a llevar un par de enfermedades de regalo. Pero bueno, de las mierdi-dietas hablaré en otra ocasión.
4. No te peses:
Literalmente: no sé cuantas veces voy a tener que repetirlo.
El peso es la cosa menos representativa que existe. Una medida nada fiable y que solo va a generar que no adelgaces.
Ésta, es una de las imágenes más famosas sobre este hecho que existen, y es totalmente cierta:
Los kilos NO son el problema, el problema SIEMPRE es el % de grasa.
Cuando estás comenzando a adelgazar y pasas de una vida sedentaria a hacer algo de deporte, la mayoría de la gente pierde unos kilos al principio (por el cambio de alimentación) y de repente gana unos kilos (por la ganancia de músculo), eso es lo que se quiere conseguir, y es bueno (ya os he contado que sin músculo no vas a adelgazar), pero ahí, la mayoría de la gente se va a dar por vencida porque cree “que engorda” 🙈.
Y ya sin contar con cambios hormonales, retención de líquidos, que un día hayas ido al baño antes o después, etc. Todos esos son cambios normales en el cuerpo, pero que alteran la cifra de la báscula, y los que se fijen solo en eso la van a liar, y bien.
Por último, el factor estrés, del que hablaré en el siguiente apartado. El estrés hace que no adelgaces. Y la gente que se obsesiona con el número de la báscula ya te digo desde ya que no va a adelgazar.
Ya os conté que yo bajé 60 kilos de grasa. Y nunca me pesaba. Tu medida es la ropa, esa es en la que te tienes que fijar, en lo que ves en el espejo, no en lo que se refleja en la báscula.
5. Libérate del estrés:
El estrés es una de las cosas más peligrosas cuando se trata de conseguir nuestros objetivos. Hay gente con una genética envidiable y un metabolismo híper acelerado que cuando se estresan adelgazan. Bien por ellos, felicidades, morirán infartados pero delgados.
En el común de los mortales… el estrés engorda 🙈.
En situaciones puntuales de alerta o peligro, tu cuerpo libera una hormona llamada cortisol. Esta hormona hace que se libere glucosa del hígado (para ayudarte a correr y huir) y ácidos grasos del tejido adiposo, hasta ahí bien. Eso es bueno. Además, en condiciones normales, esta hormona aumenta por el día, pero disminuye por la noche.
Sin embargo, si esa situación se hace crónica, la liberación de esa hormona se eleva más aún durante el día, y por la noche no disminuye. Eso se traduce en varias cosas:
- Dificulta la conciliación correcta del sueño (recordad que el descanso era fundamental).
- Se aumenta la ingesta calórica durante el día, y además, tu cuerpo “te pide” cosas más calóricas (comidas reconfortantes se llaman), llenas de azúcares y grasas saturadas para compensar eso que está sintiendo.
- El cortisol (como he dicho) libera glucosa del músculo, porque eso facilita la situación de huida del peligro teórico, pero… no tienes que huir de nada, en realidad, así que como eso no se “usa”, se acaba almacenando en forma de grasa en los tejidos periféricos.
- Por otro lado, esta elevación del cortisol puede derivar en una resistencia a la insulina, lo que supone una situación inflamatoria del cuerpo en general (presente en las personas con sobrepeso y obesidad), y supone un empeoramiento de la salud.
Estos son solo algunos de los efectos que genera el estrés en nuestro cuerpo, pero hay más, y muchos asociados con la ganancia o mantenimiento del peso (ahora entendéis por qué no debéis pesaros, ¿verdad? 😂).
Así que a relajaros, descansar bien y dejar que todo fluya.
6. No hacer entrenamientos de fuerza:
Ya os he explicado que el cardio está muy bien, pero sin crear músculo no hacemos nada.
El entrenamiento de fuerza es vital para crear músculo, lo que va a generar que aceleremos el metabolismo, tonifiquemos, eliminemos flacidez, etc.
7. No te muevas en todo el día:
Que sí, que hay trabajos en los que tienes que estar sentado todo el día, lo entiendo.
Pero también todos los edificios, el metro, el centro comercial, etc. tienen escaleras, cógelas de vez en cuando, que no cuesta tanto y se te va a poner un culo estupendo 😂.
O aprovecha a ir andando a hacer recados, al gimnasio, a comprar… que tendemos a coger el coche para movernos 5 minutos. Además, así somos más ecológicos.
Si un día no puedes ir al gimnasio, no te tires todo el día sentado, aprovecha pequeños truquitos, todo suma.
Hay otras muchas cosas que pueden destrozar que consigáis vuestros objetivos 🙈: en el post de las recomendaciones y directrices tenéis unas cuantas, las excusas, el estado de ánimo, asociado muchas veces al autoestima, los horarios, etc. pero de todas esas ya hemos hablado en anteriores entradas.
Espero que esto os ayude un poquito 💙.
Besines 😗
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