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Trastornos de conducta alimentaria

El 30 de octubre es el día internacional de la lucha contra los TCA, por ello, siendo psicóloga me ha parecido importante hablar un poquito de ellos hoy.

En el ámbito psicológico existe un gran apartado de trastornos categorizado como “trastornos de conducta alimentaria”.

El DSM-V (el manual diagnóstico de trastornos) incluyó novedades respecto a su predecesor el DSM-IV-R, entre otros, el trastorno por atracón. A pesar de que ninguno de los dos manuales incluyen la obesidad como trastorno de conducta alimentaria (ya que no queda patente la asociación consistente entre síndromes psicológicos o conductuales) si que el CIE-10 lo incluye como enfermedad médica, no psicológica, ya que obviamente todos sabemos que correlaciona positivamente con el padecimiento de otras enfermedades graves.

Hasta ahora, los TCA eran, en grandes rasgos:

Anorexia nerviosa:

Es un trastorno muy conocido por la población, aunque realmente, solo los profesionales de la salud mental entendemos la complejidad que abarca este trastorno. Sin contar, con que existen dos tipos: purgativo/compulsivo y restrictivo. Pero aún así os dejo los criterios para ser diagnosticado:

  1. Restricción de la ingesta energética en relación con las necesidades, que conduce a un peso corporal significativamente bajo con relación a la edad, el sexo, el curso del desarrollo y la salud física. (Peso significativamente bajo se define como un peso que es inferior al mínimo normal o, en niños y adolescentes, inferior al mínimo esperado).
  2. Miedo intenso a ganar peso o a engordar, o comportamiento persistente que interfiere en el aumento de peso, incluso con un peso significativamente bajo.
  3. Alteración en la forma en que uno mismo percibe su propio peso o constitución, influencia impropia del peso o la constitución corporal en la autoevaluación, o falta persistente de reconocimiento de la gravedad del peso corporal bajo actual.

Obviamente, las personas que se hayan en este trastorno, rara vez asumen su categorización, dado que ellas no se ven como les vemos los demás. Por eso, es fundamental el entorno.

Bulimia nerviosa:

También es el otro de los trastornos CA muy conocidos. En este caso, los criterios son:

  1. Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por los dos hechos siguientes:
    1. Ingestión, en un periodo determinado (p. ej., dentro de un período cualquiera de dos horas), de una cantidad de alimentos
      que es claramente superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período similar en circunstancias parecidas.
    2. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio (p. ej., sensación de que no se puede dejar de comer o controlar lo que se ingiere o la cantidad de lo que se ingiere).
  2. Comportamientos compensatorios inapropiados recurrentes para evitar el aumento de peso, como el vómito autoprovocado, el uso incorrecto de laxantes, diuréticos u otros medicamentos el ayuno o el ejercicio excesivo.
  3. Los atracones y los comportamientos compensatorios inapropiados se producen, de promedio, al menos una vez a la semana durante tres meses.
  4. La autoevaluación se ve indebidamente influida por la constitución y el peso corporal.
  5. La alteración no se produce exclusivamente durante los episodios de anorexia nerviosa.

¿Qué es el trastorno por atracón?

El recién incorporado es el T. por atracón…. que según el DSM-V, es concretamente: la sobreingesta frecuente (al menos una vez a la semana durante tres meses) con falta de control (no poder parar,
no controlar la cantidad, etc.), junto a acusados sentimientos de
malestar psicológico, y 3 o más de los siguientes criterios:
• Ingesta más rápida de lo normal.
• Ingesta hasta sentirse inconfortablemente lleno.
• Ingesta de grandes cantidades de alimento sin sentirse físicamente hambriento.
• Ingesta en soledad por sentimientos de vergüenza asociados a la cantidad ingerida.
• Sentimientos negativos sobre sí mismo (asco, depresión, culpa) posteriores a la ingesta.

Otros trastornos:

Existen otros trastornos de conducta alimentaria y relacionados con estos temas, que no hay que perder e vista, compo drían ser el Trastorno evitativo o restrictivo de la ingesta alimentaria, el pica y la rumiación, el trastorno purgativo, el síndrome de ingesta nocturna, y el bienconocido por los gimnasios:

El trastorno dismórfico muscular (aunque también se le llama: vigorexia, anorexia inversa, dismorfofobia, síndrome de Adonis o trastorno de fealdad imaginaria): que es un trastorno obsesivo compulsivo (un subtipo del trastorno dismórfico corporal) pero que no hay que perder de vista, ya que muchas personas clasificadas en los otros tipos (anorexia o bulimia) pasan a este trastorno de forma recurrente. Aquí algunas diferencias con los TCA de los que hemos hablado:

(Compte y Sepúlveda, Dismorfia muscular: perspectiva histórica y actualización en su diagóstico, evaluación y tratamiento, UAM, 2014)

Y los criterios para su diagnóstico, que también los reconoceréis en personas de vuestro entorno (sobre todo si acudís a gimnasios con asiduidad):

  1. La persona tiene una preocupación con la idea de que su cuerpo no está lo suficientemente libre de grasas y es lo suficientemente musculoso.
  2. La preocupación provoca malestar clínicamente significativo o deterioro en las áreas sociales, ocupacionales, u otras importantes del funcionamiento, como lo demuestra al menos dos de los cuatro criterios siguientes (solo se debe cumplir 2):
    a) Con frecuencia el individuo renuncia a importantes actividades sociales, laborales o recreativas debido a una necesidad compulsiva de
    mantener su entrenamiento y programa de dieta.
    b) El individuo evita situaciones en las que su cuerpo está expuesto a los demás, o sufre este tipo de situaciones con marcada angustia o ansiedad intensa.
    c) La preocupación por la insuficiencia de tamaño del cuerpo o de la musculatura provoca malestar clínicamente significativo o deterioro en las áreas sociales, ocupacionales, u otras importantes del funcionamiento.
    d) El individuo continúa con patrones rígidos de ejercicio y
    dieta, o utilizando sustancias para mejorar su rendimiento a
    pesar del conocimiento de las consecuencias físicas y psicológicas adversas.
  3. El foco principal de la preocupación y los comportamientos es el ser
    demasiado pequeño o inadecuadamente musculoso, y no sobre la gordura como en la anorexia nerviosa, u otros aspectos de la apariencia, como en otras formas de trastorno dismórfico corporal.

Espero con este artículo haberos dado alguna idea sobre los criterios a los que tenéis que echar un ojo, y cuáles son las señales de alarma.

Y ante la mínima duda: consultar a un psicólogo (cognitivo-conductual o conductista).

¡Besitos!

Besines 😗

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