¡¡No os vais a creer lo fáciles de hacer y lo deliciosas que quedan estas galletas!!
Necesitamos:
- 85 gramos de harina de avena integral bio.
- 75 gramos de harina de almendras (podéis triturar almendras bio).
- 1 sobre de saborizante (yo usé de capuchino porque las quería hacer de este sabor, pero puede ser de lo que queráis).
(Podéis sustituir las 3 cosas anteriores por 160 gramos de harina de avena con sabores, del sabor que queráis las galletas; o bien jugar con las cantidades de la harina de almendras y de avena, o usar harina de espelta integral bio, etc.; la cuestión es que haya 160 gramos de lo que sea jeje).
- 1 huevo XL.
- 8 gramos de levadura, gaseosa en polvo o bicarbonato sódico.
- Stevia en grano al gusto (dependerá si habéis usado harina saborizada o no).
- 15 gramos de aceite de oliva virgen extra.
- Chocolate blanco sin azúcar, o negro, si preferís, para recubrir.
Procedimiento:
- Mezclar en un bowl todos los ingredientes menos el chocolate, se puede hacer con una espátula (no usar varillas ni batidora, ya que se tiene que quedar una masa espesa).
- Poner la masa en la encimera o sobre un papel vegetal antiadherente, y aplanarlo con un rodillo (o una botella).
- Hacer las formas deseadas (yo usé varios cortapastas con forma de corazón para San Valentín).
- Repetir el proceso con la masa restante hasta que se acabe toda la masa.
- Meter al horno 12 minutos a 180ºC.
Se pueden comer así, o bien recubrirlas con chocolate sin azúcar, para ello:
- Dejamos enfriar.
- Fundimos al baño maría o en el microondas en intervalos de 20 segundos.
- Metemos la parte de arriba de la galleta en el chocolate, podemos decorarla con pops de chocolate protéicos o dejarla tal cual; la dejamos en la bandeja y la metemos al frigorífico para enfriar.
Si queréis hacer el efecto marmolado, simplemente hay que incorporar al chocolate blanco fundido un par de gotas de colorante alimenticio rojo y mezclarlo “mal” para que queden vetas.
¡¡Y ya se pueden comer!!
Están increíblemente ricas, y son muy fáciles de hacer 💙